La planificación de la capacidad de la capacidad de producción es una actividad de planificación y gestión que ayuda a cualquier departamento o línea de producción a garantizar la proporción adecuada entre la demanda de un producto o servicio, y la capacidad para producir o prestar dichos productos y servicios por parte de la empresa en un periodo de tiempo determinado.
La planificación de la capacidad considera la capacidad y los volúmenes de producción, atendiendo todas aquellas necesidades para cumplir con la fecha de entrega límite, y estando relacionada con las diferentes operaciones implicadas en la cadena de suministro.
En definitiva, el principal objetivo de la planeación de la capacidad es garantizar que una empresa tenga los suficientes recursos para atender las necesidades de los clientes y completar los pedidos en la fecha de entrega prevista.

La importancia de la planeación de la capacidad
La planeación de la capacidad tiene una gran importancia en cualquier proyecto de planning de operaciones, donde aspectos como el tamaño de las instalaciones de almacenamiento y producción, la integración de las nuevas tecnologías o el equipo de trabajo humano tienen una elevada incidencia.
Y, aunque la productividad es el principal factor en la planificación de la capacidad productiva, lo cierto es que esta atiende a otros muchos procesos, teniendo una estrecha relación con todos los procesos implicados en la cadena de suministro, como hemos comentado anteriormente.
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Fases de la planificación de la capacidad
Realización de tareas e inventario
El primer paso es conocer cuánto tiempo dedican los empleados a realizar una tarea y el inventario necesario para llevarla a cabo. Para ello, cada trabajador debe definir la función que desempeña, así como sus turnos y la cantidad de recursos que necesita.
Estimación total
Hay que calcular la cantidad de mano de obra, inventario y capital necesaria, y para ello lo más eficaz es clasificar los valores de cada trabajador en una hoja Excel, separando a empleados, tiempo y recursos.
Priorizar las cargas de trabajo
De todos los pasos, priorizar las cargas de trabajo es uno de los puntos más importante en la capacidad de la producción y planificación de la capacidad, para agilizar los procesos y asegurar que se puedan cumplir con los plazos de entrega marcados.
Rutas estratégicas
En las empresas y tareas de mayor envergadura, definir una estrategia de planificación de la capacidad productiva es clave, ya que esta ayudará a anticiparse y reducir las posibles interrupciones y/o riesgos, y al mismo tiempo, a mantener el flujo de trabajo y satisfacer la demanda.
Supervisar las cargas de trabajo
Una vez se haya definido e implementado la estrategia a seguir, es importante seguir supervisando la carga de trabajo, para así detectar posibles problemas que no estén permitiendo satisfacer las necesidades, y modificar la estrategia.

Beneficios de la planificación de la capacidad
Reduce el desgaste del equipo
Una buena planificación de la capacidad de producción evita el desgaste del equipo, que no tendrán que enfrentarse a plazos imposibles y a cargas de trabajo excesivas.
Ayuda a establecer plazos más realistas
Con toda la información proporcionada, la planeación de la capacidad es clave para establecer plazos más realistas, ya que dispondrás de datos fiables acerca de la disponibilidad del equipo. Cuando no existe planificación o es deficiente, es habitual que el proyecto supere el plazo de entrega previsto.
Detectar falta de competencias
Por otro lado, la planificación de la capacidad productiva permite conocer qué trabajo puede llevar a cabo el equipo y, al mismo tiempo, si faltan habilidades o talentos para llevar a cabo el proyecto. En la mayoría de empresas es habitual que los empleados no conozcan qué deben hacer para realizar su trabajo.
Conclusión
En definitiva, la planificación de la capacidad ayudará a trabajar de forma más inteligente, y no más exigente, evitando afrontar proyectos sin saber qué se necesita para llevarlos a cabo. Te permitirá conocer la capacidad de producción que tiene tu equipo, y a partir de ahí, establecer expectativas y plazos realistas con los que favorecerás el bienestar de tus empleados y conseguirás la satisfacción de tus clientes.