Qué son los costes o costos de producción
La alta competitividad existente hoy en mercado, ya sea a nivel local o global, hace imperativo controlar al máximo los costes de producción de cualquier producto. El objetivo es tratar de reducirlos sin perder nada de calidad y, para ello, lo primero es calcularlos de la forma más exacta posible.
Una gran ayuda para que dicho control sea más efectivo son las nuevas tecnologías adaptadas a la empresa (la llamada Industria 4.0), a través por ejemplo de un Software MES (Manufacturing Execution System). Estas herramientas ofrecen información online en tiempo real, conexión en la nube o el rastreo de la producción, además de permitirnos controlar la trazabilidad del producto desde las primeras etapas hasta las últimas.
Obviamente, estos datos por sí mismos no garantizan conseguir reducir los costes. Para ello, es necesario evaluarlos e interpretarlos correctamente.
Costes de producción
Se denominan costes de producción a aquellos gastos necesarios para desarrollar una línea productiva. Estos incluyen desde los recursos humanos, hasta los gastos en material, pasando por el consumo eléctrico o lo destinado al mantenimiento.
Estos costes son uno de los factores principales a la hora de tomar decisiones. Se trata de intentar mantenerlos en el mínimo posible, ya que si se incrementan en demasía, la rentabilidad de la empresa se va a resentir.
“Las ganancias de la empresa es la resta de lo obtenido tras comercializar el producto y los gastos de producción, comercialización y estructura”
Costes fijos o variables
Tradicionalmente se han dividido los costes de producción entre fijos y variables. Los primeros se mantienen estables, sin afectarles los cambios que puedan producirse a nivel productivo, mientras que los segundos varían dependiendo de factores como el volumen de producción.

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¿Que diferencia hay entre costes fijos y variables?
Costes fijos
Los costes fijos son aquellos que no dependen del volumen de producción de la empresa, ni cambian en función a éste.
Sea cual sea el entorno económico, la producción de la empresa en un momento dado o las ventas, estos costes se van a mantener, más o menos, estables.
Puede haber algunos cambios como cuando, por ejemplo, se renegocia un contrato o un alquiler, pero no afecta a su definición.
Se relacionan con los ingresos de una única manera: la cantidad de ellos que se van a necesitar para cubrir esos gastos.
Costes variables
Están relacionados con el volumen de producción de la empresa
Aumentan o se reducen dependiendo del momento económico o por las decisiones tomadas.
Se suele tener un gran capacidad de control sobre ellos. Por ejemplo, es posible cambiar de proveedor para buscar mejores precios.
Los ingresos suben al mismo ritmo que los costes variables, ya que si incrementamos estos por necesitar una mayor producción es porque se está vendiendo más.
Costes variables ¿Qué son?
Como se ha comentado antes, los costes variables son aquellos que fluctúan dependiendo de la actividad empresarial.
Controlar y reducir estos gastos es un aspecto fundamental para mejorar la productividad de la empresa. Por principio, solo se va a gastar en la medida que la producción lo requiera, reduciéndose o incrementándose según el nivel de la misma.
El ejemplo de coste variable más utilizado es lo que se paga por la materia prima necesaria: cuanto más se quiera fabricar, más materiales se necesitan.
- Materia prima: La materia prima son aquellos materiales que se utilizan en el proceso productivo. Es obvio que mientras más unidades de producto se hagan, más materia prima será requerida. También la calidad del producto y las ventas conseguidas tienen relación directa con el coste final en materias primas.
- Servicios: Lo gastado en servicios públicos puede encuadrarse entre los gastos variables o entre los fijos, dependiendo del tipo de empresa de la que se hable. Lo consideramos variable si la industria en cuestión necesita aumentar el coste por un aumento de demanda y, por lo tanto, por tener que fabricar más unidades. Es algo que ocurre con, por ejemplo, la electricidad en algunas fábricas. Estas circunstancias hacen que la cantidad dedicada a este tipo de facturas sea diferente en cada marco de producción.
- Suministros: Aunque pueda parecer una cantidad nimia dentro del presupuesto global de una empresa, también es conveniente controlar los gastos de los distintos suministros de oficina o similares. Por regla general, cuanto más empleados se tengan, mayor será esta factura.
- Patentes, regalías e impuestos: Las patentes y regalías constituyen otro de los costes variables de las empresas. Normalmente se pagan respecto a un nivel determinado de operación de planta. No existen datos concretos, pero se suele aceptar como correcta una cifra de entre el 1 y el 5% del precio de venta. En cuanto a los impuestos, hablamos de aquello que se imputan al consumo de ciertos bienes o servicios, como puede ser el alcohol o los artículos de lujo.
- Envases. empaques y etiquetas:Un nuevo coste directamente relacionado con la producción de la empresa. En ocasiones se incluye este gasto dentro de la materia prima. Sin embargo, dependiendo del producto fabricado, puede alcanzar una cifra bastante alta, por lo que bien puede computarse aparte.
Costes fijos ¿Qué son?
Como ya indica su denominación, los costes fijos son aquellos que tienen que abonarse periódicamente sin importar la dinámica productiva de la empresa. Por poner un ejemplo, los contratos se han de pagar mensualmente, incluso si la compañía tiene pérdidas.
Otros costes fijos son los pagos por las naves industriales o los diferentes impuestos que hay que pagar a los Ayuntamientos.
Costes indirectos
La característica principal de este tipo de costes es que no se pueden asignar de manera automática a cada uno de los productos a pesar de afectar al proceso productivo.
Los más comunes se pueden dividir en dos tipos:
- Costes indirectos de producción: Son aquellos necesarios para la producción, como los de aprovisionamiento. El caso más clásico de estos gastos es la mano de obra indirecta, esto es, los trabajadores que han participado en la elaboración del producto en diferentes departamentos de la compañía.
- Costes indirectos generales: Estos no forman parte del proceso de fabricación de manera directa. Así, se incluyen en este concepto los costes de administración o los comerciales, así como el pago de internet o el teléfono. La, cada vez, mayor presencia de las nuevas tecnologías, ha aumentado esta partida.
Gastos generales
Entre los gastos indirectos generales se encuentran los de administración, los comerciales o los financieros. Son los que cualquier empresa tiene que afrontar, pero que no están directamente relacionados con el propio proceso de fabricación.
